Ruta culinaria

Sabores de Polonia (9 días / 8 noches)

Día 1 – Llegada a VARSOVIA, alojamiento en el hotel. Cena de bienvenida en el restaurante “Kamanda Lwowska” para probar típica comida tradicional polaca: como entrante proponemos: pan con manteca de cerdo y pepino encurtido, arenque en salsas, patés de venado real, típica sopa de remolacha con albóndigas, plato principal – pato campestre asado con manzana caramelizada.

Día 2 – VARSOVIA 
Visita panorámica de Varsovia incluyendo la Ruta Real, la Ciudad Vieja con la Plaza del Castillo y la Columna del rey Segismundo III, la Catedral de San Juan, la Plaza del Mercado y la Barbacana. A continuación tendremos la ocasión de descubrir El mercado de la Hala Koszyki – un recorrido por los puestos más interesantes y probar al menos 10 embutidos y quesos diferentes, tomar una cerveza o una copa. Nave de estilo secesionista construida a principios del siglo XX, hoy en día y tras unas obras de reforma integral es uno de los referentes en el mapa gastronómico y social de Varsovia. Hala Koszyki ofrece bares y restaurantes de moda en los que cada tarde se reúnen personas que le proporcionan a la ciudad su ambiente especial. Una cena, una exposición, o cualquiera que sea el motivo para venir aquí es una oportunidad para enterarte de las últimas tendencias en gastronomía urbana y conocer la vida de la capital. Por la tarde le invitamos a participar en los talleres de pierogi, – se trata de un plato muy tradicional y popular que, sin embargo, se ganó también a la cocina más refinada del país. Eso quiere decir que los pierogi están en las cartas de casi todos los restaurantes pero ¡no son iguales ni saben igual! Existe gran variedad de rellenos, manera de cocción y modo de presentación. En primer lugar, la mayoría de los pierogi que se sirven en restaurantes son un producto preparado manualmente. Continuamos por la ciudad para llegar a visitar el Museo del vodka.  El vodka polaco no es solo nuestra buena herencia nacional, sino también uno de los atributos inherentes de lo polaco en el mundo. También es un elemento muy importante de la cultura polaca, que ha acompañado a la misma durante siglos en las celebraciones de momentos importantes. La exposición principal del Museo se encuentra en el edificio histórico del Departamento de Rectificación, un lugar donde el vodka adquiere su carácter único y su sabor cristalino. Los visitantes descubrirán la tradición de producción local y conocerán el renombre mundial que ha ganado el vodka polaco. Al final de la visita degustación del vodka. Cena en el restaurante “Polka” situada en la Plaza del Mercado , posibilidad de probar la típica sopa polaca żurek – fuertemente asociada con la cocina polaca se llama żurek, una sopa hecha de harina de centeno agria y carne (salchicha de cerdo hervida o trozos de salchicha ahumada, tocino o jamón) o Bigos –  el estofado tradicional de carne y repollo es el plato nacional polaco. Noche en Varsovia.  

Día 3 – VARSOVIA  / excursión de día completo por la ruta “Micha Szlachecka”
Los sabores del este de Mazovia, en la frontera con Podlasie, crean una composición interesante creada por la influencia de las culturas lituana, bielorrusa, tártara y judía en la antigua cocina polaca. Los conocemos en casas señoriales con encanto, masías, lugares marcados por la historia.

Salida a Siedlce – ciudad situada a 100 km de Varsovia. Comida en el restaurante «Zaścianek Polski» – ofrece platos promocionados con el logo del Patrimonio Culinario de Mazovia. Las especialidades locales incluyen albóndigas con carne, albóndigas nobles, con repollo y champiñones, pastel de repollo al vapor, salchicha envuelta en patata, sopa de centeno agrio, rollitos de ternera y bigos. También se sirven algunas delicias de postre como: bizcocho de levadura con crumble y galletas crujientes con chichar. Continuación hasta “Dwór Mościbrody” es una finca de la primera mitad del siglo XIX, rodeada por un complejo de estanques de peces, ubicada cerca de Siedlce, cuidadosamente restaurada y mantenida en el espíritu de la época. Aquí podemos comenzar nuestro viaje degustando, como se solía hacer en las mansiones, carnes tradicionales, patés, carnes asadas, venado y pavo; tartar fresco y carpa ahumada de estanques señoriales. De postre se sirve un delicioso pastel con merengue . La siguiente parada será en Gorzelnia Chopin w Krzesku – La destilería pertenece a Podlaska Wytwórnia Wódek «Polmos» S.A. Se encuentra fuera de los caminos trillados, entre campos de cultivo, en una pequeña ciudad. La destilería, que pertenece a la familia de Tadeusz Dorda, es una de las pocas productoras de aguardiente que controla todo el proceso de creación de sus productos. Chopin Vodka, como un imán, atrae a la destilería a los amantes de los alcoholes de lujo de los rincones más lejanos de nuestro planeta. La degustación de alcohol en los hermosos y rústicos interiores de un antiguo granero y la extraordinaria hospitalidad de los anfitriones hacen que los huéspedes vuelvan a Krzesek muchas veces. Los visitantes están encantados principalmente con la casa de huéspedes restaurada, que ha servido como granero durante siglos, y la destilería en sí, que ha sido reconstruida para proporcionar a los visitantes una observación lo más cercana posible del proceso de elaboración. Regreso a Varsovia – alojamiento.

Día 4 – VARSOVIA / Częstochowa  / KATOWICE
Salida con dirección a Częstochowa – donde se encuentra el  monasterio de Jasna Gora con su famosa imagen de «La Virgen Negra». Después de la visita nos trasladamos a un pueblo cercano – Złoty Potok para comer en una granja de truchas “Pstrągarnia” – la más antigua de Europa. Continuación del viaje hasta Katowice – alojamiento. Cena en un restaurante local para probar típicos platos de la región de Silesia, entre otros codillo – graso pero muy sabroso, a veces servido en salsa con cerveza, siempre con rábano picante, plato de original de Baviera muy popular en Polonia o Pasta de Silesia (Kluski slaskie) – un plato muy popular y básico en la cocina de esta región.

Día 5 –  KATOWICE / Auschwitz / ZAKOPANE
Salida con destino a Zakopane. Por el camino parada en Oświęcim para visitar el campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau, el mayor de la II Guerra Mundial. Continuación del viaje y llegada a Zakopane – ubicado a 1000 m sobre el nivel del mar y rodeado por las montañas Tatras, alojamiento. Cena en una taberna regional – primer contacto con la tradicional cocina de la montaña.

Día 6 –  ZAKOPANE
Por la mañana visita  de la ciudad  rodeada por los paisajes de una belleza extraordinaria. El funicular al monte Gubałówka ofrece una hermosa vista de los Tatras polacos y eslovacos. Un paseo por la concurrida calle Krupówki, principal zona peatonal de la ciudad, es una buena oportunidad para ir de compras. Muchos restaurantes locales, decorados en estilo rústico, ofrecen una amplia variedad de especialidades polacas y regionales. Al estar en Zakopane, no pueden perderse Oscypek – un queso ahumado elaborado con leche de oveja salada exclusivamente en la región de las montañas Tatras de Polonia. Una visita obligada durante su visita a la región de Tatra es la sopa regional llamada «kwaśnica«, un comienzo habitual de la comida principal en los fríos días de invierno. Aconsejamos probar Placki ziemniaczane z gulaszem – son una especie de tortitas de patata albardadas con salsa de tomate y queso y por encima suele llevar alguna salsa o condimento.

Día 7 –  ZAKOPANE / descenso en balsas por el río Dunajec / CRACOVIA
Salida con destino Cracovia.  Por el camino parada en la región de los Pieninos para participar en una de las atracciones más divertidas y agradables que es el descenso en balsas por el río Dunajec, durante el cual los visitantes recorren el valle del río limitado por bellos paisajes de montaña y antiguos castillos. Después del descenso, comida en uno de los restaurantes de Szczawnica. Llegada a Cracovia – alojamiento. Cena en el restaurante judío situado en el barrio Kazimierz donde podemos probar típicos platos de la cocina judía.

Día 8 –  CRACOVIA
Visita panorámica de la ciudad  –  La Ciudad Vieja: la Ruta Real, la Plaza del Mercado de la Ciudad Vieja, la Lonja de los Paños, la Iglesia de Santa María con el famoso altar de madera de Witt Stwosz del siglo XV en el interior y la Puerta Florianska, Nuestro viaje culinario por Cracovia seguramente comenzará con obwarzanek llamado bajgiel – este discreto círculo de pastelería se ha asociado con Cracovia durante más de 600 años. Visita al museo interactivo de Obwarzanek que alberga demostraciones combinadas con talleres de repostería de obwarzanek. Cena en el restaurante Wierzynek, un lugar único en el mapa de Polonia, donde se encuentran la tradición de banquetes de 650 años y el enfoque moderno de las artes culinarias. Posibilidad de probar el típico plato de la región “kaczka po krakowsku” Se sirven trozos dorados y jugosos de carne de pato asados ​​en mantequilla con una espesa y aterciopelada salsa de champiñones, crema y grañones. Noche en Cracovia

Día 9  – CRACOVIA / fin de los servicios

Hablar de la gastronomía en Polonia es hablar también de su historia y de su situación geográfica en el centro de Europa. El cruce de caminos culturales que siempre ha existido de Polonia han influido en todas sus costumbres culinarias, en donde se puede rastrear los ecos de tradiciones turcas, judías, rusas o italianas de donde proceden casi todas las frutas y verduras que se cultivan en el país.

Pan con manteca y pepino

Pierogi

Museo de Vodka

Żurek

Oscypek

Kwaśnica

Placki z gulaszem

Obwarzanek – bajgiel